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Adiós a Leoncio Mairal, el Pintor de Atmósferas


A pesar de que estos días no consigo sacar tiempo para actualizar este diario -ando con la recién publicada tercera edición del Breve Inventario de Seres Mitológicos y un nuevo libro que está a punto de salir-, hoy me obligo a escribir aquí para dejar constancia de un agradecimiento y un recordatorio. Ayer falleció el pintor Leoncio Mairal, al que han llamado, y con razón, el Pintor de Atmósferas.

Era un paisajista íntimo, sereno, recio de la montaña -nació en Javierrelatre, el primer pueblo en el que tuvo destino como maestra mi madre-, conseguía que casi notáramos el frío del aire o la humedad de la mañana con sus óleos. Hay un museo con su nombre en su localidad natal.

Fue uno de mis maestros en Huesca. Hace muchos años asistí a sus clases que daba en un local junto a la catedral, creo recordar. Y siempre le estaré agradecido. Cuando me preguntan cuál es mi formación como ilustrador, que es básicamente autodidacta, como la suya, suelo hacer un paréntesis para citar a Leoncio Mairal. Recuerdo sus palabras como si me las dijera ahora mismo. Estaba yo trazando con carboncillo lo que iba a ser un bodegón, el primer trabajo que hacía con él. Sin darme cuenta, se puso detrás. Me pidió el carboncillo. Hizo un par de rayas y me lo devolvió: "¿Te han dicho antes que dibujas muy bien? Tienes muy buena mano para el dibujo". Yo estaba allí para aprender a pintar con óleo, y siempre me ha costado mucho aplicar el color. Pero aquel día me sentí muy bien, y desde entonces nunca he dejado de disfrutar dibujando.

Gracias Leoncio Mairal, adiós.



*Su pintura está sacada de aquí http://www.altogallego.com/caldearenas/leonciomairal.htm

*La noticia de su fallecimiento en el Diario del Altoaragón y en Radio Huesca, de donde saco su foto

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo lo conocí hace tiempo, había que oirle hablar.. eso si que era amor al arte! en fin. descanse en paz

Lamia dijo...

Querido Chema, un abrazo.
Quiero darte también las gracias por unas palabras que pronunciaste ayer y que no pude asimilar hasta pasado un rato (eso de que si fuera mala me rodearía de gente mala). Qué suerte tengo teniendo tan cerca gente como tu. Ya sabes que los tres mosqueteros del ala izquierda de la sala sois mis ángeles de la Guarda.