Me gustaría tener muchos más conocimientos musicales, igual que me gustaría reconocer el nombre de la mayoría de los árboles, como Javier Delgado. Mientras tomaba apuntes en la orilla de Ranillas, pensaba que si tuviera que componer una sinfonía sobre la vida, elegiría el majestuoso tempo del río Ebro, su grandioso, calmado, paciente y quizá eterno fluir hacia el Mediterráneo.
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