Ya se han emitido dos capítulos de Aragón Misterioso en Aragón Televisión; este sábado a las nueve de la noche veremos el tercero: una campana que apareció misteriosamente flotando por el río Ebro y que luego se pasó siglos tocando sola; un joven guerrero moribundo que recorrió los Pirineos para rubricar su muerte con una hazaña colosal; una fuente mágica que multiplicaba su poder al manar nada menos que por setenta y dos caños. Entrevistamos a José Miguel Nicolás, al antropólogo Santiago Echániz y al escritor Darío Vidal.
Media hora de televisión da para mucho, pero necesariamente uno se queda con la sensación de que quedan muchas caras del diamente por mostrarles, muchas páginas por pasar, dibujos tan sólo abocetados.
Hablando de dibujos, recuerdo que en el programa del sábado pasado, mientras os hablaba del Grial en San Juan de la Peña, aparezco dibujando un apunte al natural de uno de los capiteles del claustro que más me llaman la atención: el de la última cena. En aquella época, las construcciones importantes se empezaban y se terminaban a pie de obra, los gremios montaban sus talleres allí mismo. Lo que quiero decir es que los canteros posiblemente trabajaron directamente a la sombra de esa gran peña, donde iban a colocar las piedras talladas. Si fue así, el genial maestro de San Juan de la Peña, también llamado el maestro de Agüero, fue un privilegiado. Porque cuando su cincel devastaba la piedra, me lo imagino copiando un dibujo que habría hecho previamente en el monasterio ¿El maestro cantero habría podido tener como modelo el auténtico Grial?
Cuando la mayoría de la gente miramos el capitel, pensamos que el Grial es el que está justo delante y bajo la figura de Jesús. Pero no. Quizá para mantener el secreto que envolvió la localización de la poderosa reliquia, el cantero lo puso a un lado de la escena. Es el que durante la grabación estoy pintando con acuarela. Parece que está tapado.
El otro, en realidad es un cuenco de comida. Dentro hay un pez. Y gracias a las explicaciones de las magníficas guías turísticas del monumento, cualquiera puede conocer el simbolismo de la escena: Judas roba disimuladamente el pez del plato mientras Jesús parece hablarle amablemente e incluso ofrecerle un bocado. El pez que roba Judas es el símbolo de la falsedad, de la traición.
Pues este es un pequeño misterio que por las características del formato televisivo no llegamos a contaros. En cada programa hay otras cosas que sólo se insinúan, imágenes que están allí no por casualidad, referencias más o menos implícitas que cualquiera puede descubrir. Porque no nos pueden faltar los enigmas en Aragón Misterioso.
3 comentarios:
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uso los comentarios, es mas rápido y voy escogiendo los mejores blog,si crees que esto es spam,te pido perdón y acepta mis disculpas
Está claro que el misterio nos rodea. Y no estaría bien desvelarlo todo.
Tu nombre lo dice todo, Lamia. Gracias a ti, y gracias también al autor del otro comentario.
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